Observamos que tienen cáscara dura, necesitamos un martillo o un abridor. Son frutos secos.
Sin embargo, hay otros frutos, como la mandarina que si la apretamos está blandita y sale zumo. Hago la prueba y ven caer el zumo. Les digo que éstos se llaman frutos carnosos.
Les pregunto los nombres y la mayoría no los conocen ni recuerdan el nombre, excepto cacahuete y castaña.
Vamos viéndolos de uno en uno y repitiendo sus nombres: cacahuetes, nueces, avellanas, almendras, pistachos, castañas...
Después los vamos pasando en unos cuencos, para que los toquen, los miren, los comparen...
Y con ayuda de nuestra profe de prácticas Lucía, que nos abre los frutos secos, vamos probándolos y comiendo en pequeños trocitos.
Me sorprende que los niños y niñas digan que no los han probado nunca. ¡ A todos les han encantado !
Os animo a que en casa empecéis a ofrecerles los frutos secos, siempre en trocitos muy pequeños y advirtiéndoles que los mastiquen bien.
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